Como ya hemos señalado el líder falso actúa premeditada y conscientemente, mientras que el líder confundido es víctima de su propia confusión. El criticón Sin pretender usurpar el lugar del líder o pastor, el criticón subraya siempre la nota negativa. Lo positivo parece no interesarle. El estribillo de algunos criticones es: "La iglesia no hace nada". Por lo general los que tal cosa afirman lo único que hacen es criticar como si ellos mismos no fueran la iglesia. Si usted, que lee estas páginas,
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